Vigneau,Alain
Envío gratis a partir de 60€
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Después del éxito de Clown Esencial, Alain Vigneau nos ha sorprendido aún más con este libro de memorias donde conoceremos sus avatares como pastos en los Pirineos, sus tratamientos de choque clownescos con presidiarios de cárceles de alta seguridad en Brasil, sus talleres con sobrevivientes de un atentado en Rusia o sus alocadas hazañas cruzando Francia en un tractor. Este libro, de una verdad que desarma, habla directamente al corazón y promueve una sentida reconciliación entre la caras oscura y luminosa de la existencia.«Alain no sólo logra hacer reír con su mágico clown bañado de esa deliciosa poesía que lo habita, sino que también sabe enseñar a desarrollar la sagrada risa del desapego interior que sana, contagiando a todo el mundo la esencia de lo divino con su presencia y su sabiduría». (CRISTÓBAL JODOROWSKY)«A través de una dolorosa pero valiente y rica biografía, Alain descubrió que la nariz de payaso, esa mínima máscara, nos permite ser nosotros mismos, mostrar nuestra pequeñez, nuestro desconcierto ante un mundo exigente, sanar nuestras heridas... Ahora, ese descubrimiento le permite sanar almas rotas con maestría». (IMA SANCHÍS, La Vanguardia)«¿Qué rescatarías de tu casa, o de tu vida, si estuviera en llamas? ¿Qué es lo importante, pues? En Vida de clown, el poeta de nariz roja Alain Vigneau nos responde con la sutil contundencia de su voz tragicómica: ¡Sin duda, me llevaría el fuego!». (CHERIF CHALAKANI)«El nuevo libro de Alain me ha dejado asombrado y estremecido. A través de relatos cortos y aparentemente inconexos, nos transporta, con poderosas imágenes, a momentos dramáticos de su vida en los que muestra osadas decisiones y una valentía inusitada. Con su narrativa, he podido degustar su sabroso queso de alta montaña y tiritar de frío en una cabaña de pastor desvencijada, llorar en su dolor y conectar con su alma llena de poesía, amor y una aguda percepción de la vida. Desde que vio la realidad tal cual es durante una clase de filosofía en su adolescencia, Alain siempre ha sabido la diferencia entre vivir y estar muerto, y ha sido fiel a la vida por encima de todo. Por todo ello, Alain, te doy las gracias». (DR. LUIS FERNANDO CÁMARA)
